
En la obra Navidad y Matanza del autor Carlos Labbé. Existen diversos elementos constitutivos de la obra que no se pueden englobar en un concepto o en un término. Por el tratamiento de la novela sobre sí misma.
Navidad y Matanza es juego, experimento de escritura, ya que responde más bien a criterios compositivos donde las instrucciones de juego o de uso no están presentes más que codificadas en la lectura. Por ejemplo: esta novela ha sido denominada novela-juego a mi parecer mal llamada y confundida por el tratamiento matemático de la obra que no es nada más que metáforas lúdicas. Sin embargo cuando hablamos de un juego, tenemos reglas metas y propósitos. Pero en navidad y matanza todos estos elementos no son más que metáforas con los personajes y hacia los personajes.
Esta obra se diferencia de un relato clásico ya que se aleja de lo denominado historia. Vale decir, a veces tenemos información que no es relevante para la construcción de la historia, de los acontecimientos. A primera lectura, el cuento leído carece de argumento, de conflicto, por esta razón es que la actualización del texto debe ser constante. A lo que me refiero es que Carlos Labbé va creando su propio mecanismo generativo. Por ejemplo. Es claro el problema que se da entre los amigos y los personajes al competir por el texto y escribirlos todos al mismo tiempo. Sin embargo no es relevante los hechos, sino mas bien las sensaciones que nos entregan los personajes atreves de su desarrollo narrativo dado por una mutación.
Es descolocador, como estos varían y eso es lo que le da una cronología a la historia sin embargo no es algo real, es solo en su connotación en esta novela con desespero el cruce de historias en que la manipulación, la doble moral, el abuso y la violencia afloran. Es un mecanismo generativo para crear los subtextos. Además de la lecturas múltiples.
Otra cosa muy interesante dentro de la obra que es el cimiento de la construcción narrativa dentro del estilo de Carlos Labbé es el tratamiento de los personajes. Nos vemos con la indeterminación de nombres, y con las variantes físicas de cada uno de ellos. Es directamente proporcional aquella sensación de indeterminación. Además te atrapan puesto que todos deseamos saber quién es el que llegara al final. Pero como cada uno de estos personajes cambia, como si sus personajes siempre escondieran el rostro.
Esta Novela hay que tomarla desde la experimentación formal, creo que lo más entretenido y tentador de la obra es el final en donde de verdad no sabemos nada. Pero es porque esta obra es un fingir constante y la realidad fingida, se vuelve casi naturalista.
Por eso de su titulo. Navidad y matanza además de ser dos pueblo, es por la esta bi-realidad, la vida está en otra parte que no conocemos. Debido a que además el autor se convierte en el protagonista de la historia. El juego de la realidad de la indeterminación con los personajes es por la misma ambigüedad que se crea al comenzar a dibujarse y a desdibujarse dentro de la mismísima ficción, quizá por este motivo se va sintiendo en todo momento que la obra se desintegra y es porque al mismo tiempo el autor se va visualizando y la tangente que se crea dentro de la línea narrativa es la que nos da el resultado final. Por este motivo se hace interesante el cambio de sus personajes. Y he ahí el arco dramático. No en el acontecimiento en la anécdota si no en la transmutación de la indeterminación de la identidad de sus personajes.
Por todo lo anteriormente dicho es que esto se vuelve tan divertido y es porque también participamos del juego del autor que en el fondo es el protagonista. Y vamos participando de su transmutación. Y la mitad del trabajo debe hacerlo el lector.
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